domingo, 23 de septiembre de 2012

una cruz de madera en el pecho mi arrepiento estrecho explota en lloriqeos escondidos en un baño peqeño sucumbido ante una pena regalada de la china mas bonita
darle un giro a la manilla redonda y salir con el paso destruido y moribundo a no qerer mostrar mi cara hinchada de tristeza, imposible de disfrazar, como la noche y sus putas.
la noche anterior
cruzando pubelos de poetas muertos que hoydia se venden a gringitos con bloqueador y turistas burgeses
pero de noche sigen reinando los perros y sus ladridos rabiosos
piedras camianndo con nosotros, atadas a nuestros pies con hilos imaginarios
los peces muertos bailan en la olas dentro de la madrugada y yo me protego con ellas para qe no me atrapen los qe corren en la arena

Flotando

.